miércoles, 22 de abril de 2009

El circo de la muerte de Marta del Castillo

Fuenlabrada, 22 de abril de 2009. El caso de la desaparición de Marta del Castillo se está convirtiendo en un filón para las televisiones. El tema ha virado desde la noticia de un suceso a un espectáculo mediático del que todos forman parte. Las televisiones sacan el tema como si de uno de sus seriales se tratase. Tienen sus propios personajes: la desaparecida, Marta del Castillo; el presunto asesino, Miguel Carcaño; y numerosos secundarios que toman parte en un lado u otro del asunto.

Hay varios puntos vergonzosos en este tema. El primero de ellos es la aparición en varios programas de Rocío, la joven de 14 años que salía con Miguel Carcaño cuando comenzó este revuelo. La Fiscalía de Sevilla ya ha tomado cartas en el asunto y ha denunciado a Cuarzo, responsable de “El Programa de Ana Rosa” y “Rojo y Negro”; Mandarina, productora de “Está Pasando”; y Telecinco. Los tres medios han de ser condenados por mostrar la cara de una menor en pantalla, pero la beneficiaria no debe ser en ningún caso la ex novia de Carcaño, que ha participado también en este circo.

Donde la justicia no puede intervenir es en la manera en que están actuando los propios padres de Marta del Castillo. Ellos fueron los primeros en participar en esta función mediática y los que podrían haber frenado todo lo que se armó posteriormente. Todo el mundo entiende el dolor por la pérdida de su hija, pero la mayoría de las críticas que recibe la familia es por llevar el duelo de manera tan pública. En esta ocasión no hará falta que ninguna cadena emita una tv-movie sobre el caso, como pasó con Mari Luz. La película ya está armada en la realidad, que vende mucho más.


José Manuel Álvarez Canales

jueves, 16 de abril de 2009

Los necesarios cambios en TVE

Fuenlabrada, 16 de abril de 2009. Televisión Española (TVE) ha de seguir siendo pública. Los comentarios en contra de la televisión estatal se multiplican. La Unión de Televisiones Comerciales en Abierto exige la retirada total de la publicidad en el ente. Otros son más radicales y piden su eliminación o su privatización.

TVE se creó para ofrecer un servicio que no existía en España. Ahora lo ofrecen numerosas empresas, por lo que es necesario que cambien su objetivo. Debe seguir existiendo, pero no con las características actuales. Su función ha de ser de servicio público y sin competir con el resto de cadenas. Hoy sólo algunas de las emisoras del ente cumplen parcialmente esto. Tal es el caso de La 2 o 24 horas. La cuestión es que La 1, el canal con más audiencia de la Corporación, es también el que menos se ciñe a la función de servicio público. El Gobierno debe profundizar en una reforma que se ajuste a esto en lugar de a la obtención de unos beneficios que, por otro lado, nunca consiguen. Además, su coste se reduciría notablemente. Buena parte del presupuesto actual de TVE se va en pagar simplezas como ver a toreros o biólogas bailando.

Por tanto, la reforma de la televisión pública tiene que ser una realidad, siempre y cuando sea reforma y no eliminación. El Gobierno actual está redirigiendo correctamente a TVE en esta dirección. En los últimos días ha propuesto la reducción de la publicidad, un paso importante para su completa eliminación, pero no es la única medida que ha hecho desde que está en el poder. Si sigue en ese camino, pronto los espectadores disfrutarán de una televisión con verdadero servicio público.

José Manuel Álvarez Canales

jueves, 2 de abril de 2009

El Partido Popular sigue criticando en vez de ayudar a acabar con la crisis

Alcorcón, 2 de abril de 2009. El Partido Popular (PP) continúa empeñado en responsabilizar de la crisis al Gobierno. Le acusaba en principio de no reconocer que había crisis y después de no tomar las medidas necesarias para abordar el problema. Todo esto responde a fines partidistas, ya que la primera acusación respondía a un intento del ejecutivo de mantener la tan importante confianza en la economía.

La segunda de las acusaciones es una de las que se podían hacer a sí mismos. El Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha puesto en marcha varios paquetes de medidas, con mayor o menor acierto, pero se ha visto más actividad en este camino que la habida en Génova. En lugar de limitarse a criticar cualquier decisión de los socialistas, el líder del PP, Mariano Rajoy, debería “arrimar el hombro” y demostrar que ellos sí sabrían resolver esta crisis como afirman.

El problema, aunque así no lo vean los populares, no es exclusivamente español. Tiene sus peculiaridades nacionales como el estallido de la burbuja inmobiliaria, pero el problema de la vivienda viene de lejos y se veía lo que iba a ocurrir con José María Aznar aún en el poder. El PP se equivoca también en sus propósitos. No es momento de buscar culpables, porque además pueden salir mal parados algunos de sus dirigentes. Es el momento de buscar soluciones como está intentando Zapatero. El último intento lo veíamos en la reunión del G20, donde luchó en su momento para estar y de donde teóricamente han de salir las soluciones que acaben con el problema, lo que vuelve a demostrar que el problema es internacional, y no sólo español.


José Manuel Álvarez Canales